viernes, 26 de abril de 2013

VENCEJO PÁLIDO EN ALANGE. INVIERNO 2012-2013


Autor: Jesús Solana Ramos. Fotografía: Joaquín Vázquez (ejemplar en un mechinal de la iglesia de Alange).

Desde enero de 2010 se viene observando la presencia de individuos invernantes de vencejo pálido (Apus pallidus) en la localidad de Alange (Badajoz). En 2011-2012 se comprobó la permanencia durante toda la temporada invernal de al menos ocho ejemplares (ver entrada). En 2012-2013 se ha estudiado de nuevo esta pequeña población, con varias visitas entre el 10 de octubre de 2012 y el 7 de marzo de 2013 (gráfica). El método ha consistido en efectuar esperas en la plaza de la Iglesia de Nª Sra de los Milagros desde media hora antes hasta media hora después de la puesta del sol. Durante este último invierno se ha observado la invernada de al menos dos individuos. Aparte de estas dos aves, el último vencejo registrado fue el 22 de noviembre y los primeros el 5 de febrero de 2013 (cinco ejemplares vistos por José Guerra y Marc Gálvez). Entre ambas fechas, en cinco ocasiones se registraron dos vencejos entrando siempre en el mismo hueco de la fachada de la iglesia. En dos ocasiones sólo se detectó uno y un día no se observó ningún vencejo, en los tres casos coincidiendo con periodos de mal tiempo, que suelen anticipar mucho la entrada de las aves a su refugio nocturno, por lo que debieron pasar inadvertidas.


¿Un fenómeno en declive? Si consideramos las observaciones puntuales de principios de enero de 2010 y de 2011 y las comparamos con las mismas fechas de 2012 y 2013, se aprecia un acusado descenso en el número de aves registradas (gráfica). Habrá que esperar a próximos inviernos para verificar si estos episodios de invernada se prolongan o simplemente ha sido algo anecdótico restringido a esta localidad, pues nada parecido se conoce en otros lugares similares de Extremadura.


Otros invernantes atípicos. Durante el seguimiento de los vencejos pálidos se ha detectado la presencia continuada de 1-3 tres individuos de avión común (Delichon urbicum). Si a ello sumamos una observación de golondrina dáurica (Cecropis daurica) en diciembre por Marc Gálvez y José Guerra, se puede calificar a Alange como un singular oasis para invernantes atípicos.

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