lunes, 4 de abril de 2011

LA INVERNADA DEL ÁNSAR COMÚN EN EXTREMADURA

Bando de ánsares comunes (Anser anser).
Balsa de Casas de Hitos, Navalvillar de Pela, Badajoz. 22-01-2011. Juan Pablo Prieto.

Las zonas tradicionales para la invernada del ánsar común (Anser anser) en España se sitúan en la meseta norte (Zamora y Palencia) y en las marismas del Guadalquivir. Ambas concentraban hace pocos años casi la totalidad de la población ibérica. Extremadura queda entre ambas y es vía de paso obligada para los gansos que recalan en Doñana. Y durante décadas así ha sido, los gansos pasaban raudos sobre suelo extremeño sin apenas detenerse. Hecho lógico teniendo en cuenta la escasez de humedales naturales en Extremadura. Los datos son aplastantes: los censos de enero entre 1978 y 1989 arrojan la ridícula cifra media de 59 ánsares comunes en la región. Pero dos hechos fueron artífices de un cambio en este panorama, por un lado la proliferación de embalses y regadíos y por otro el aumento de la población europea de la especie. Así, entre 1991 y 1995, la invernada media en Extremadura ascendió a 2.700 ánsares comunes (casi 50 veces más), con máximos de 3.750. En ese periodo destaca el embalse de Valdecañas, en el noreste de Cáceres, con el 33-65% del total. El resto se repartía por algunos embalses medianos y grandes, que acogían como mucho unos pocos cientos de aves. Durante las siete temporadas siguientes no se realizaron en Extremadura censos en enero, pero la impresión general era que la tendencia al aumento se mantenía. Con el cambio de siglo es posible que se superasen por primera vez los 5.000 gansos invernantes. Así, en enero de 2002 se censaron 4.500 en la provincia de Cáceres y se calcularon 8.000 para toda Extremadura. Los censos regionales retomados a partir de enero de 2003 lo confirmaron, con cifras insospechadas años atrás. Así en 2006 se contaron 19.043 ánsares comunes y 10.380 en 2007. Y la impresión para 2010 y 2011 es de una magnitud similar. No obstante, cuando se mira la información en detalle, la mayoría de localidades, embalses principalmente, mantienen los valores de la década de 1990. Excepto una comarca: las Vegas Altas del Guadiana, donde la fuerte transformación al regadío ha creado las condiciones para el establecimiento de una nueva e importante área de invernada para la especie. Esta comarca concentra ahora hasta 14.000 aves, y en ocasiones el 90% de los ánsares comunes extremeños, sobre todo afincados en rastrojos de maíz y arroz. Todo un reto para los más pajareros, pues acompañando a los comunes ánsares vienen otros gansos más raros y deseados.

Ánsar común (Anser anser) en Extremadura. En rojo se muestran las cifras recogidas en los censos oficiales del mes de enero (DGMN, GIC-UEX, SEO/BirdLife). En azul, estimas en años sin censo o aún sin publicar (2010). Algunos censos oficiales (p. ej. 2008) son parciales, dado que el objetivo es censar aves acuáticas en humedales y gran parte de la población extremeña de gansos ocupa cultivos que no son objeto de censo. Además, en Extremadura los ánsares no suelen formar dormideros, otro factor que dificulta su adecuada cuantificación.

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